sábado, 4 de octubre de 2008

# Mi complemento perfecto.


La noche era fría, pero ese día algo me decía que debía salir a caminar sin rumbo, fue extraño, pero la calle y la soledad me llamaban, así que tomé una chaqueta, mi palestino y emprendí rumbo, no sabía donde, sólo sentía la necesidad de alejarme un rato de todo y todos, necesitaba un momento para pensar en mis cosas y ordenarme, ya que en aquellos días, mi vida se había vuelto un completo caos y sentía que llevaba una bomba dentro de mi y que cada día, se acercaba más el momento de su estallido. Comencé a bajar por las viejas calles que toda la vida me habían acompañado, pero en realidad, nunca supe bien donde me encontraba, ya que era como si estuviera allí sólo físicamente, pero mi mente vagaba en otra dimensión. No sé cuánto rato caminé ni verdaderamente a dónde llegué, me esforcé en no encontrarme con nadie conocido, con mis audífonos y unos cigarros bastaba. Recuerdo que llegué a un lugar oscuro y solitario, como una especie de mirador escondido, habían unas bancas y unos juegos infantiles, pero parecía que nadie iba a ese lugar hace años, estuve un largo rato sumergida dentro de mi misma, mirando Valparaíso por la noche, que la verdad, es bastante cautivante. Por el estado en el que me encontraba, no me percaté de que había alguien más allí, no lo conocía, pero al parecer estaba en el mismo estado que yo, de hecho, hasta vestíamos parecido. Lo miré por largo rato, a ver si se daba cuenta de que yo estaba allí, su mirada era triste, el viento mecía su cabello, no lo conocía, jamás lo había visto en mi vida, pero en ese momento, supe que era perfecto, de pronto, posó su mirada sobre mi, fue tan extraño, sentí que el tiempo se había detenido, sólo para nosotros, nos acercamos y no dijimos nada, sólo nos paramos uno al lado del otro y seguimos mirando el paisaje, ensimismados, no sé cuánto rato pasó, pero cuando desperté de mi lúcido sueño, el Sol ya brillaba frente a mi, pero ya no había nadie a mi lado, ni siquiera habían rastros.
Al día siguiente, ya no sentía la necesidad de caminar sola, sentía la necesidad de llegar a ese mirador y estar acompañada. Esperé a que fueran las 10 para emprender mi camino, ya que el día anterior a esa hora había salido, hice la misma rutina del día anterior, pero ya no iba ensimismada, iba con un objetivo y a medida de que me iba a acercando a aquel lugar, mi corazón latía más y más rápido. Al llegar allí, miré hacia todas direcciones buscando al muchacho que me había hecho silenciosa compañía la noche anterior, pero no encontré a nadie, me decepcioné mucho, pero decidí permanecer ahí un rato más, a ver si las horas y la brisa marina se llevaban algo de la tristeza que llevaba en mi interior, encendí el mp3 y comenzó a sonar mi canción favorita..."When you were here before, Couldn't look you in the eye You're just like an angel...", de pronto sentí una respiración muy cerca mío, enseguida supe que era él, volteé y me sonrió, yo respondí de igual manera, lo único que quería era hablarle, preguntarle su nombre, donde vivía, porque había vuelto... pero las frases se atascaban en mi garganta y cada palabra la meditaba antes de intentar decirla, era tan extraño. Pasaron horas y al igual que el día anterior, permanecimos en silencio, hasta que logré preguntarle su nombre, me dijo que se llamaba Ignacio, que vivía en el centro y que todos los días salía a caminar a la misma hora solo, y que ayer cuando nos encontramos, era la primera vez que visitaba aquel mirador. Me quedé pensando por un rato y le pregunté por que había vuelto, me respondió: 'la respuesta es obvia, volví por la misma razón que tu'.
Yo, que antes de conocerlo pensaba que en el mundo, no existía nadie para mi, que tenía tan mala suerte, que a pesar de que llevaba años buscando alguien a quien amar de verdad no encontraba a nadie, me di cuenta de que esto no se trata de buscar y encontrar, sino, que sólo de lo último.
Ese primer día, aquella primera noche, en la que lo conocí, en la que vi por primera vez sus ojos tristes, descubrí que había encontrado MI COMPLEMENTO PERFECTO.



...ojalá estas historias fueran reales.

2 comentarios:

Alicia Torres dijo...

No sé si exita el complemento perfecto... ¿seria lindo no?
En fin creo que no tenemos para que buscar, ahy que esperar que las cosas nos encuentren, asi es más grata la sorpressa

Kiltra :D.- dijo...

Esta mierda nunca me respeta las sangrías T__T!